Santuario de Dulcis

A pocos kilómetros de Buera, entre un paisaje de almendros, viñedos y campos de cereal se alza este santuario, erigido en s. XVII en honor a Nuestra Señora de Dulcis, y que según la tradición debe su nombre a que se apareció sobre un panal de miel después de que los moros fueran expulsados de la región. El templo original databa del s. XII y cinco siglos después fue sustituido por el templo actual. En su interior hay que reparar en la preciosa decoración a base de yeserías. A escasa distancia está el pozo de nieve conocido como pozo de «Os Moros» y el llamado “Bosque de los Olivos”, que reúne las distintas variedades de este árbol presentes en el Somontano y un originalísimo Reloj de Sol formado por olivos. Para completar las referencias olivareras, una almazara de Buera se ha rehabilitado como Centro de Información sobre el Olivo y el Aceite del Somontano.