San Vicente de la Barquera

Villa de fundación muy antigua que algunos historiadores identifican con un puerto romano por su extraordinaria situación junto a la bahía. El nombre actual procede de un mártir aragonés de inicios del s. XIII. Dos siglos después nacía aquí un famoso inquisidor, Antonio del Corro, cuyos restos se encuentran en un precioso sepulcro renacentista de mármol, una de las joyas del templo de nuestra Señora de los Ángeles. En la parte alta se encuentran también el castillo del s. X, los restos de la muralla y el Ayuntamiento, que ocupa la antigua casa del inquisidor También es llamativo el puente de la Maza, que salva la ría de San Vicente con su sinuoso trazado. San Vicente destila además carácter marinero, muy presente en su famosa fiesta de la Folia, una procesión marítima que se celebra el segundo domingo después de Pascua, dependiendo de las mareas, y también en la gastronomía local, con platos como la marmita barquereña y el sorropotún. Para los nostálgicos del ferrocarril, el pueblo cuenta con una estación en El Barcenal, donde hacen escala los trenes de vía estrecha que recorren la costa cantábrica.