Pozo de Funeres

Entre marzo y abril de 1948, en esta sima del concejo de Laviana tuvo lugar una de las mayores ejecuciones extrajudiciales de la época, con la participación de falangistas y agentes de la Guardia Civil. Las víctimas fueron militantes de izquierda y familiares, acusados de pertenecer o ayudar a la guerrilla, y arrojados a esta sima abierta en la sierra de Peñamayor, conocida como el pozo de Funeres. El episodio forma parte de una de las respuestas a la actividad guerrillera tras la conocida tentativa de invasión del Valle de Arán en 1944, y cuando el maquis tuvo una reorganización en el territorio del Principado y en especial en las cuencas mineras. El relato de la ejecución es estremecedor. Las víctimas, veintidós según algunas fuentes, fueron lanzadas vivas al interior del pozo y —como no todas murieron— al cabo de unos días los supervivientes serían rematados con gasolina y dinamita.