Peñalba de Santiago

En un sobrecogedor paisaje protegido por grandes rocas aparece este mínimo pueblo de casas de piedra y tejados de pizarra con pequeñas solanas de madera, en el que asoma su primitiva iglesia, con una bonita espadaña y una portada de doble arco de herradura única. De aquel primer monasterio que fundó San Genadio en el año 909, únicamente se conserva el templo, cuya sencillez camufla un raro tesoro arquitectónico, una joya mozárabe en plena montaña leonesa. La puerta de acceso, formada por dos arcos de herradura, da paso a un interior bien conservado de una sola nave. Entre las piezas que se descubrieron durante una reciente restauración destacan cuatro figuras de marfil, conocidas como el ajedrez de San Genadio, y una cruz de azófar del s. X, que se guarda en el museo de León. Alrededor de la iglesia el pueblo ofrece todo su tipismo, con una arquitectura en la que ponen su nota de color algunas plantas sobre los balcones de madera.