Parque Mártires de la Libertad

A poca distancia de Huesca capital se ha levantado recientemente un memorial que rinde homenaje a las víctimas —muertas, represaliadas o exiliadas— de la dictadura franquista. El monumento está formado por más de quinientos prismas de piedra, que representan a otros tantos muertos, cuyo nombres figuran en placas. A raíz del golpe de Estado y ya a lo largo del verano de 1936 se multiplicaron los fusilamientos, que dieron origen a varias fosas comunes en toda la provincia. La contienda ha dejado varios Lugares de Memoria, como la llamada “fosa de los Titiriteros”, el “barranco de los Curas” o la “fosa de Gerbe”, en las proximidades de Aínsa. En la Edad Media, en el lugar que ocupa el “Parque de los Mártires de la Libertad” hubo una ermita levantada en honor a las santas Alodia y Nunilo, martirizadas por los musulmanes y canonizadas por la Iglesia por no renunciar a sus creencias.