Monasterio de Betania

El nombre de Caldas de Besaya tiene su origen en un manantial de aguas termales situado a una altitud de noventa metros en un desfiladero conocido como la Hoz de las Caldas, una garganta abierta por el río Besaya entre macizos montañosos. El balneario data de comienzos del s. XIX y es el más veterano de los establecimientos termales de Cantabria. A los equipamientos termales se fueron construyendo un hotel, una hospedería y un casino y junto al complejo destaca el puente que comunica el balneario con la cercana estación ferroviaria. En la misma localidad se alza el santuario de Nuestra Señora de las Caldas, una imponente construcción del s. XVII, incrustada en la ladera de una montaña y rodeado de hayas y bosques. En tiempos fue el seminario mayor de la orden de Sto. Domingo y todavía está regido por esta orden. El conjunto incluye la iglesia, el claustro, celdas y biblioteca. En el templo destaca el retablo, una magnífica obra de madera de nogal.