Lucía y el Sexo

El recorrido por el extremo más meridional de Formentera bordea un viejo molino de grano para adentrarse en un paisaje cada vez más desértico, que no hace demasiados años era un bosque de pinar. Al final se alza el faro y la imagen de la estrecha carretera, el distante faro y el Mediterráneo al fondo han pasado a formar parte del imaginario colectivo cuando protagonizó “Lucía y el sexo”, de Julio Medem. Actualmente, una barrera impide acercarse al faro en coche o scooter, para preservar la belleza de su entorno natural y evitar una excesiva emulación de la película de Medem. Muy cerca se encuentra la torre de Es Garroveret, del s. XVIII, una de las muchas torres de vigilancia repartidas por la Pitiusas con el fin de vigilar las incursiones de las naves piratas sarracenas. Los abruptos acantilados —a más de cien metros sobre el nivel del mar— esconden la cueva Foradada, de difícil acceso y con un mirador al que se puede acceder mediante una escalera de madera y con mucha precaución.