La Rabida

Según los historiadores, el monasterio de La Rábida —situado en un pequeño collado junto a la confluencia de los ríos Tinto y Odiel—  fue una pieza clave en la expedición colombina. En él, Colón encontró el apoyo necesario de los monjes para poder hablar con Isabel la Católica y conseguir así financiación para el viaje que acabaría con el famoso Descubrimiento de América. El monasterio es una fundación franciscana del s. XIII y su principal valor es la iglesia de estilo gótico–mudéjar, con un bonito claustro y un museo con recuerdos de Cristóbal Colón. A su alrededor hay paseos con altísimas palmeras y muy cerca, el muelle de las Carabelas con una reproducción muy lograda de las tres famosas naves que hicieron aquel viaje donde se representan escenas con maniquíes de tamaño natural, mostrando cómo era la vida en aquellas modestas embarcaciones. Cerca de La Rábida, el parque botánico de José Celestino Mutis, que toma su nombre de este médico y botánico gaditano del s. XVIII. Sus expediciones a Sudamérica, financiadas por Carlos III dieron origen a un herbario y una colección de láminas con miles de especies, que hoy se pueden ver en el Real Jardín Botánico madrileño. En el parque de La Rábida se pueden ver especies: magnolios, palmeras, cocoteros… que nos trasladan al Nuevo Mundo.