Huete

Esta ciudad de fundación romana se reparte en dos barrios muy característicos, el morisco y el judío, que aún mantienen una curiosa rivalidad. El casco histórico conserva restos de sus murallas y del castillo, así como varias edificaciones nobiliarias, templos y las ruinas de la ermita de Sta. María de Atienza, que se alzan sobre un cerro cercano. Uno de los rincones más atractivos de la villa es la torre del Reloj, que forma parte del antiguo Ayuntamiento y que en la antigüedad marcaba el tiempo de los ciudadanos de la villa. Junta a ella se abre el Arco de Almazán, uno de los accesos de la primitiva muralla. La fortaleza de Huete —conocida como Castillo de Luna— es de tipo alcazaba y está levantada con piedra y materiales que, en algunos casos, parecen proceder de la antigua ciudad romana de Opta.  Huete cuenta además con varios museos, el Florencio de la Fuente, de arte contemporáneo, el Museo de Arte Sacro, el Etnográfico y el de la Fragua, que hacen más variada y atractiva la visita a la localidad.