Hacienda La Laguna

Esta antigua hacienda olivarera se remonta al s. XVII y originalmente era propiedad de la Compañía de Jesús, que convirtió un territorio baldío en una zona de riego. Dos siglos más tarde, a raíz de la Desamortización de Mendizábal, la hacienda pasó a manos de una familia de nobles terratenientes, que contaron con la participación de un ingeniero agrícola polaco para reconvertir la hacienda en una enorme plantación de olivar, con más de cien mil árboles, varios molinos, una bodega y una red de canales que desembocan en un acueducto. El complejo, finalmente, es una mezcla de escenario natural con diversas edificaciones: la Bodega de Aceite,  la Casa Señorial, la capilla, los patios y un poblado de trabajadores. La naturaleza se concentra en la Laguna Grande, un embalse alimentado por las aguas del río Torres. En la visita a la hacienda, no se puede pasar por alto el Museo de la Cultura del Olivo, que reúne numerosas variedades de este árbol, seña de identidad de toda la provincia, pero también de los países del Mediterráneo.