Cartuja de Miraflores

Un paraje boscoso separa la capital burgalesa de este histórico monasterio, todavía habitado por los monjes cartujos, una orden fundada en el s. XI en un solitario lugar de los Alpes franceses. En la actualidad, la Cartuja de Miraflores es de obligada visita y su historia se remonta al s. XV, cuando fue diseñada por Juan de Colonia, arquitecto también de la catedral de Burgos. Su hijo Simón continuaría la obra bajo el reinado de Isabel la Católica, que promovió la construcción del famoso panteón real dedicado a sus padres y diseñado por Gil de Siloé. Suyo es también el espléndido retablo mayor. El templo atesora además una magnífica colección de obras de arte, vidrieras, tallas y una exposición permanente que incluye obras de artistas tan dispares como Berruguete y Sorolla. Una preciosa talla de San Bruno, el fundador de la orden, realizada en 1635, forma parte también de los tesoros de este monumento indispensable.