Carmona

Una soberbia puerta de origen romano sirve de acceso al casco monumental de la ciudad, presidido por su alcázar, iniciado por los cartagineses y con posteriores añadidos de barbacanas, aljibes y muros árabes. Pasado este umbral se inicia un ameno entramado de calles en torno a la plaza de San Fernando, rodeada de bonitas fachadas con adornos de azulejos. Destaca la prioral de Santa María, construida en el s. XV sobre lo que fuera la mezquita mayor y que aún conserva el patio de las abluciones. También son dignos de una visita el convento de la concepción del s. XVI, los templos de s. Pedro, S. Felipe y S. Bartolomé y el alcázar del rey Don Pedro actual parador de turismo. A las afueras de Carmona, se encuentran los restos del puente de la Vía Augusta, rodeado de campos de cultivo y restaurado hace algunos años, que formó paso de la gran ruta romana que cruzaba la Península. El puente forma un magnífico conjunto junto a otros yacimientos, como una necrópolis, varios mausoleos y un anfiteatro de buenas dimensiones.