Ayamonte

Esta localidad fronteriza con Portugal mantiene una situación privilegiada a orillas del Guadiana, al abrigo de los vientos atlánticos, y conserva abundantes vestigios del pasado. En época romana contaba con un castillo, en cuyo solar se ha levantado el actual Parador de Turismo, con unas vistas panorámicas del último tramo del río sorteando la isla Canela. Desde su emplazamiento se diferencian también el viejo núcleo medieval agrícola y el nuevo, más ligado al comercio marítimo. La preservación del pueblo se ha visto mejorada tras la construcción del puente que une España y Portugal cruzando el Guadiana lejos del casco urbano. Otra forma de llegar a la orilla portuguesa, con mayor encanto, es acercarse al muelle fluvial y recurrir al transbordador que, en diez minutos, conduce a la localidad portuguesa de Vila Real de Santo António. En el paseo por Ayamonte vale la pena detenerse en algunos de sus templos, plazuelas y casas de indianos, en especial la Casa Grande, un precioso edificio de piedra del s. XVIII que alberga la biblioteca local. A las afueras está el mausoleo romano de la Punta del Moral, una construcción funeraria restaurada que fue descubierta tras la excavación de una duna. Según parece, el panteón formaba parte de un complejo de salazón de pescado del s. IV.